ES DOMINGO EN MADRID, DÍA DEL RASTRO.
Madrid es una ciudad llena de contrastes, y uno de ellos sin duda es El Rastro, si bien vives en Madrid o si estás de paso por vacaciones y tu plan de domingo es despertar tarde y quedarte en casa todo el día mirando la TV, recuerda que hay muchas cosas interesantes allí afuera de las que te pierdes.
El internacionalmente conocido Rastro de Madrid es un mercado al aire libre que se celebra todos los domingos y días festivos en el centro histórico de Madrid, en el popular barrio de La Latina, este mercadillo cuenta con más de 400 años de historia en el que se pueden encontrar los objetos más cotidianos del día a día como también aquellos más curiosos, antiguos y llamativos que te puedes imaginar. El mercado se establece en los alrededores de la Ribera de Curtidores, una calle en cuesta pronunciada donde a lo largo y ancho se extienden cientos y cientos de puestos con los objetos más diversos a la venta, desde un antiguo sacacorchos hasta muebles, lamparas y candelabros de ensueño, películas y libros antiguos e incluso ropa vintage usada y artículos de moda, todo dentro de una atmósfera particular y entretenida.
La historia de este Rastro comienza alrededor de 1667 y se ha documentado desde 1740; se formaba en lo que era el antiguo matadero, de hecho se dice que su nombre de “Rastro” puede provenir de dos opciones; una es que en el siglo XVI, la palabra rastro, era sinónimo de carnicería y/o desolladero y la otra es que se debía al rastro de sangre que se quedaba en las calles al transportar a los animales del matadero a las curtidurías.
Domingo por la mañana y buen tiempo son los únicos ingredientes que necesitas para hacer uno de los planes preferidos de los madrileños y los visitantes; recorrer el rastro, cotillear los puestos y las tiendas y por que no, llevarse algo a casa (XD)… El mercadillo esta abierto entre las 9:00h y las 15:00h.
Existen muchas calles y plazas que por tradición, o por la congregación de puestos especializados, ofrecen un tipo de producto en particular.
La calle Fray Ceferino González es conocida por la Calle de Los Pájaros puesto que antiguamente era el lugar de venta ambulante de mascotas y aves e incluso de artículos para su cuidado. hoy en día sólo se venden animales en las tiendas de mascotas que aún existen en la calle.
La Plaza de Cascorro está especializada en la venta de ropa underground y accesorios.
La calle de Rodas y las plazas del General Vara del Rey (antigua del escritor Antonio Zozaya) y de Campillo del Mundo Nuevo: todas ellas especializadas en la compra-venta de revistas, cromos, estampas y juegos de cartas coleccionables, entre otros.
La calle de San Cayetano, conocida también por la Calle de Los Pintores por sus locales destinados a la venta de óleos, pinturas e ilustraciones o artículos para el medio.
La Ronda de Toledo, a lo largo de ella y desde mediados del siglo xx se suele vender música, discos, vinilos y mucho más.
La plaza del General Vara del Rey, también ofrece gran cantidad de puestos de ropa de segunda mano.
La calle del Carnero y la de Carlos Arniches, ofrecen libros antiguos, de ocasión o de colección.
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Bajar La Rivera de Curtidores se podría decir que es el climax del mercadillo; y es algo que se puede hacer de dos formas, dejándose llevar por la corriente como un salmón, o ir parando por los diversos puestos, pero con cuidado o te llevará por delante la riada de turistas y locales. Ambas son válidas e igual de divertidas para el propósito.
Regatear en los puestos callejeros es algo típico de este mercadillo, así que si crees que puedes bajar el precio inténtalo, no pierdes nada. Pero ten cuidado en el caso de las tiendas, por lo general el precio es el marcado y no suelen hacer descuentos.
El ambiente en general es de lo más divertido, además podrás ir visitando restaurantes y bares a lo largo y ancho del mercadillo; pues la oferta gastronómica es bastante diversa, como las tradicionales “Tostas” de gula, pulpo, quesos, jamón y todo lo que te puedas imaginar.
Si te decides a visitarlo y pasar un buen momento entre sus calles y puestos, lo único que te recomendaría es que lleves ropa y calzado cómodo, además de mantener tus pertenencias de valor bien sujetas o guardadas.
Aunque no lo creas todas estas calles aún en días fuera de mercadillo están muy llenas de vida debido a sus anticuarios, restaurantes, bares y diversas tiendas por lo que si no te gustan las multitudes, entre semana puedes visitarla en un ambiente diferente.