El AZUL: La Historia de un Color
Para muchos quizás esto no sea una novedad, pero para para otros quizás sea un detalle de mí que no conocen; pero ahora lo sabrán: Mi color favorito es El Azul :-) #Obvio.
Estoy seguro de que muchos no saben de donde proviene El Azul, y como tiene una historia tan curiosa como llena de gloria y me parece muy interesante hablarles un poco sobre la historia de mi color favorito, y es que aunque hoy en día es muy fácil ver este color y reconocerlo en todas partes, en el pasado el Azul no existía, no tenían conciencia de él, por lo que gran parte de nuestros ancestros no tuvieron la oportunidad de disfrutarlo como nosotros…
Ahora pensarás seguramente; pero qué sucede con el cielo? Que sucede con el mar?, Pues aunque para nosotros el hecho de que ambos sean azules resulta algo obvio, para nuestros ancestros no era así y lo cierto es que durante muchos siglos no se reconocería ese color en particular, ademas, el cielo y el mar no son objetos, por lo que nunca se tuvo la necesidad de “colorearlos” y si a eso le sumamos que es un color extremadamente difícil de encontrar en la naturaleza, salvo el caso del plumaje de ciertas aves exóticas poco comunes, lo hace mas fácil de entender.
Pero de que nos sirve ese sentido del reconocimiento del color? Esa necesidad incesante de “colorear” las cosas? La respuesta les sorprenderá, y puede ser tan sencilla como compleja; y es que necesitamos el “color” para describir las cosas.
Seguramente ahora te comes la cabeza pensando en como puede influir esto, pero piénsalo un momento; como describiríamos “el mar” por ejemplo, a alguien que no lo conoce y que no lo ha visto nunca?, como podríamos describir el estado del clima mas allá de decir si estaba el día claro u oscuro. Si tuviésemos el mismo caso con el color verde como le describirías a una persona como es un árbol?, tomando en cuenta que jamás ha visto uno. Pero el azul como ves, siempre fue un caso complejo. Por lo que aunque te parezca obvio que lo azul es azul, en la antigüedad no estaba del todo claro para todos.
La ausencia del Azul en las civilizaciones antiguas sobre todo las del Mediterráneo es algo que resultaría impactante para cualquiera pero lo cierto es que es un hecho, y no se tuvo conciencia de este color por muchos siglos de historia. De hecho, como dato curioso si nos fijamos en los relatos u obras tan antiguas como "La Ilíada" la famosa epopeya griega de Homero que se cree fue escrita en el Siglo VIII a.C (SI!, antes de Cristo!) nos daremos cuenta de que a pesar de las maravillosas y detalladas descripciones como la de Eos, diosa del amanecer; que se describía con su toga de color azafrán, bordada o tejida con flores; con dedos sonrosados y brazos dorados, o su detallada descripción de las armas y otras cosas que te llevaría directamente a imaginarlo todo de una forma tan precisa que pensarías que lo estas viviendo, te darás cuenta de que en ningún momento a lo largo de la historia se reconocía o se pintaba algo de celeste, indigo o semejante. Aunque parezca mentira vivíamos en un mundo con una gama de colores muy reducida, pero a que debemos esto?, a que no tenían un sentido del color muy desarrollado y es algo que se puede comprobar fácilmente en los textos de cualquier cultura o civilización antigua, como ésta, por lo que la ausencia del azul es inminente.
Entonces como empezamos a relacionar el color azul con ciertas cosas?, la respuesta esta en que una sociedad simple, es muy fácil que funcione y se desarrolle perfectamente dentro de una gama de colores limitada, pero mientras mas compleja, avanzada y sofisticada es una civilización, más se desarrolla la gama de colores que pueden reconocer y asociar para luego acceder a ellos con diferentes fines, lo que a su vez despierta el deseo de reproducirlos. Es eso lo que lleva al desarrollo de la capacidad de investigación para manipular los pigmentos con un fin, lo que dio paso al mismo tiempo a la necesidad de una terminología mas concreta, pues lo que importa no es tanto la época en la que vivían sino del nivel de avance tecnológico que tenían. Es eso lo que influye en el nivel de vocabulario que se establece para describir las cosas, en concreto en este caso para los colores y es por el ello que el Azul fue el último, tomó muchísimo tiempo lograr reproducirlo.
Curiosamente, el pigmento no llegó hasta el surgimiento de la Civilización Egipcia, pero claro hablamos de una civilización impresionante, muy sofisticada y avanzada para la época, mucho más que las civilizaciones vecinas. Tenían más tecnologías y también más pigmentos con los que elaborar sus ropas y herramientas, incluso tenían su propia palabra para referirse a él como tal, por lo que la simple producción y uso del Azul por su parte habla muy bien de lo avanzados que estaban, fueron los primeros que pudieron representar, identificar y reproducir el color azul a través de sus murales, cerámica e incluso en sus tejidos, hoy en día se le conoce como Azul Egipcio, posteriormente también fue desarrollado en América por la Civilización Maya.
No fue hasta mucho después que llego a Europa a travez de Asia sin mayor auge, pues la falta de “reconocimiento e interés” por parte de los Griegos y Romanos (cuna de nuestra cultura) cuyo código social de vestimenta se basaba en tonos rojos, blancos y purpuras hizo que pasara desapercibido. El azul era un color que tiempo después de su llegada lo solían identificar con los pobres, los barbaros, era desagradable por el simple hecho de que provenía del “enemigo”. Algo normal si tomamos en cuenta que eran tiempos de conquistas y conflictos bélicos, y las luchas de poder de las partes para entonces, e inclusive por esa época los ojos azules eran considerados por ellos un defecto así que… (si tienes lo ojos azules ya sabes, hahaha) no era apreciado, con el tiempo el azul tuvo su aceptación y su primera impresión fue desechada aunque a ciencia cierta no se sabe si los griegos y los romanos verían el color azul al final de la misma forma que nosotros, y es que a pesar de que luego acuñaran términos para designar diferentes tonalidades del azul claro u oscuro; estas no eran exclusivas para ese color, ya que también podrían ser utilizadas para representar otras tonalidades de otros colores, por lo que si tenían objetos de ese color podrían ser descritos como otros, esto quiere decir que no tenían una palabra precisa para representar que algo fuese azul.
Era un pigmento muy difícil de fabricar, era muy difícil de conseguir y además resultaba bastante costoso, el pigmento Azul más adelante valdría mucho más que el oro en igual cantidad y más, uno de los tipos de pigmentos se extrae de la piedra semipreciosa Lapislazuli y se le conoció después como Azul Ultramar debido a su procedencia. Pero no fue hasta la llegada del auge del cristianismo (que termino siendo la religión más común en Europa) cuando el Azul finalmente ascendió al Olimpo de Colores. Sin embargo resulta curioso que las dos palabras más corrientes para designar el color azul no son heredadas del latín, sino del alemán y del árabe: “bleu” y “azur” o “lazaward”
Hasta aquí el uso azul seguía siendo un color sin mayor importancia, comenzó como un inofensivo color de relleno para los fondos, pero que al popularizarse fue asociado como representación del cielo, esta idea permitió el florecimiento de la gloria que estaría por venir, pues la iglesia lo convirtió en el color de la Virgen María (hasta ese momento siempre se vestía de blanco), Debido al interés en la luz que se tenía entonces y la manifestación de la misma se llego a la conclusión de que al formar parte del mundo siendo algo visible pero al mismo tiempo inmaterial, y si además el color es luz, entonces este participaba de lo divino por su propia naturaleza y por tanto, era parte de Dios por lo que al semejarse al color del cielo el azul pasaba a ser Divino y Celestial. Esto hizo que el Rey de Francia proclamara al azul el color de su reino, eso y que ademas era caro y escaso, automáticamente lo transformo en sinónimo de riqueza, poder y exclusividad, hasta entonces lo único que podía ser tan azul eran los Zafiros y el Lapislazuli, fue un color que se convirtió en el más noble de los colores, siendo incorporado al escudo de armas, posteriormente hizo su entrada triunfante en el mundo del Arte y surgió con gloria para el fin del Medioevo y la llegada del Renacimiento. A su vez gracias a la preferencia de la nobleza hacía su entrada al mundo de la Moda, pues los señores feudales y las casas reales iniciaban su consolidación y a ese nuevo orden se sumaron los nuevos colores y la simbología con el respaldo religioso en Europa.
La ausencia de una escasa variedad de colores y/o tonalidades para entonces tiene razones técnico-económicas. Hay que recordar que durante muchos siglos, el color de los ropajes no era en principio una cuestión de gusto, sino de dinero. Las materias primas que se usaban para teñir los vestidos de rojo por ejemplo eran muy accesibles, sus técnicas de extracción eran poco complejas y a ese punto las habían desarrollado bien. Esto explica su popularidad por tantos años y que no hubiesen explorado y/o experimentado con variedades exóticas.
Es importante mencionar que en gran parte la Iglesia Católica se hizo con el monopolio del Azul Ultramar, con esto ya no solo era usado para los libros y textos bíblicos importantes, que era su aplicación inicial antes de llegar a las pinturas y las telas, su aplicación iba más allá marcando una era de opulencia total pudiendo ser usado para cubrir paredes y techos completos en templos y capillas.
Una anécdota muy clara del valor que obtuvo el azul queda en evidencia con El Santo Entierro, pintura cuyo autor fue Miguel Ángel quien la dejó sin terminar porque no consiguió el dinero suficiente para poder financiar la compra del azul ultramar, el más puro que se podía obtener entonces, era tan apreciado que los artistas de entonces solo lo reservaban para las túnicas y ropajes de las imágenes sagradas; mientras Vermeer desarrolló una obsesión por el y al final dejó endeudada a su familia por generaciones para conseguirlo.
Cuando se dio inicio a la Revolución Textil, la difusión a gran escala del azul en los años siguientes inicia un BOOM, una pasión por el azul, yo diría mas bien una revolución del color que con ayuda de los avances tecnológicos de la época, el comercio y el negocio creciente debido a su demanda hace que la producción de los azules sea épica dirigiendo y reservando los más puros, caros y exóticos azules para vestir a los monarcas, aristócratas y gente pudiente, por supuesto.
Pero las cosas cambian cuando al pasar de los siglos se descubren otras fuentes de las cuales obtener tonos azulados como el glasto, una planta que era común en Europa y cuya extracción era muchísimo más económica y sencilla, es aquí cuando el azul por fin llega al pueblo.
Por suerte hoy tenemos diferentes fuentes de azul disponibles, y aún hoy se sigue fabricando el pigmento Azul Ultramar, de forma natural, pero a juzgar por los precios, el pigmento original sigue siendo casi tan caro como lo era entonces.
A diferencia del pasado hoy la variedad de azules actual es enorme, vivimos en mundo con una gama enorme de colores que podemos reconocer y por ende nombrar, describir y reproducir.